(Escrito originalmente el 18 de junio de 2009) Revisando los documentos básicos de los partidos políticos, encontré una joya que me gustaría compartirles. De acuerdo con sus propias autodefiniciones, la mayoría de los ocho partidos políticos que integran el sistema de partidos mexicano se autoproclama “socialdemócrata”.  

Podríamos debatir sobre qué es la socialdemocracia, pero entraríamos en un debate sin fin que nos remitiría a las discusiones de Eduard Bernstein y los comunistas a finales del siglo XIX, o a los modelos aplicados en el norte de Europa. Sin embargo,  el denominador común de la socialdemocracia es un modelo económico en donde se redistribuye la riqueza.

A contraposición de lo anterior, en México uno de los principales problemas es la desigualdad, es decir, la riqueza está concentrada en muy pocas manos, mientras que la mayoría de la población vive en la pobreza. 

¿Pero a qué va todo esto? La Cámara de Diputados, está integrada por 206 legisladores del PAN, 127 del PRD, 106 del PRI, 17 de Convergencia, 17 del PVEM, 11 del PT, 9 de NA, 5 del PSD y 2 independientes. Si sumamos el número de diputados de los partidos manifiestamente socialdemócratas (PRD, PRI, CONV, PSD) (PT está en un limbo) tenemos 255, en otras palabras, una mayoría simple. Misma con la que se podría haber generado una serie de modificaciones que encaminaran al país hacia un modelo económico socialdemócrata. La realidad es que la política no es un asunto de ideología, sino de intereses y a pesar de que la integración de la próxima Cámara baja contará con los números para llevar a cabo un cambio importante, esto no ocurrirá.